Decepción absoluta por Calparsoro , no por su faceta de director, en la que por lo menos tiene bastantes puntos interesantes(sobre todo en dos escenas de huidas desesperadas, donde se nota una cierta maestría), pero si en su faceta como guionista.
Es una cinta tramposa a mas no poder, con excesivos giros y demasiadas reacciones exageradas. La falta de ritmo, la hace exasperante en algunos momentos, con interminables calles vacías y insostenibles escenas fantasmagóricas, que te hacen dudar de todo una y otra vez. Ni miedo, ni intriga, ni nada de nada. Solo ganas de que se acabe y te muestren ese final que ya has averiguado...
El pobre Jordi Molla está estridente, sin hallar un término medio en la interpretación, mas culpa del guión que no lo acaba de ubicar en ningún bando, que por su propio trabajo. Ariadna Gil se salva pero por los pelos, pero eso no la libra de querer colgar de un árbol a su personaje.
No la recomiendo, sobre todo porque Calparsoro ha demostrado que sabe hacer cosas buenas(Salto al vacio, Asfalto...) Lo dejaremos como un punto negro en su carrera, esperando que resurja de su error y nos vuelva a mostrar el cine que él sabe hacer.