Probablemente ahondando en lo mismo, y no me extraña porque la primera triunfó en taquilla sin dudas, se nos va a plantear el mismo juego infantil de megarobots con buenos sentimientos y otros con malos, tal y como necesitaba la serie de dibujos animados.
Poco interesante para mí ver a Shia LaBeouf (Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal)y Megan Fox (Transformers)en medio de los Autobots y Decepticons, como si su tamaño no importara. Las transformaciones y las luchas siempre agradecerán imágenes de su planeta, espaciales y así el nivel técnico encandilará a los fans, pero aparte de eso, probablemente habrá que defenderse de los guiones.
En cuanto a la moralina entre escenas es muy probable que acabe por volverme loco si antes no he encontrado una escena cómica para tratar de animar, o peor, hacer algún guiño al espectador al uso.
Sencillamente no me lo creo, pero tampoco en la primera parte se lo curraron para que como espectador normal y corriente, quiero decir ajeno a la historia, me quedara contento. No es ni una película de acción, es un festival de palabras de cuidado en manos de máquinas enormes, que hacen caso a una sexy y a un, por narices, nuevo héroe de Hollywood.