Isabel Coixet es sin duda una personalidad en el cine nacional, de paso firme y de mirada segura, con las ideas claras y ahora se coge un guión de otro y probablemente lo arregle a su gusto y a su tono y lo haga un éxito. En definitiva, una persona a la que enviar a hacer encargos sin miedo a que venga con la mitad sin hacer. Primer paso para el éxito.
De la profundidad del guión y todo ese rollo pues muy bien. Del tema actores y todo esto pues a leer a mis compañeros con sus precríticas hacia sus historiales previos, de la cámara y sus parones y esperas, indecisiones y ayudas seguro que perfecto. Del asunto me ha llegado el mensaje a bornotones sin enterarme y ya no salgo de la historia hasta que me den mi dosis de final pues perfecto también.
Una cosa me gustaría apreciar. La capacidad de esta señora del cine, sin animo de ofenderla por mayor, de coger a una actriz que coge lo que le dan más o menos sin negarse demasiado, o no teniendo mejores ofertas, como Penélope Cruz, que no es santo de mi devoción, y colocarla en un trabajo donde no se escape, haga lo que tiene que hacer e interprete. Con buenos directores se luce, gana o al menos no es recordada a malas. Esta directora es la ideal para cogerla y darle esos cachetes en el culete para que vuelva al buen camino.
Sin más, pasen y disfruten de la calma mientras un torbellino de emociones se cierne sobre el espectador tranquilo. Cuando menos te lo esperas, te caes de la butaca buscando aliento sin poder separarte de las imágenes que no pensaban pudieran existir en esa historia en concreto. Buen apetito, a devorar.