Crítica de la película La Momia 3: La Tumba Del Emperador Dragón por Iñaki Ortiz

A punto de acabar el pasado siglo, apareció en nuestras carteleras aquella película que pretendía ser un revival de las viejas películas de momias de los años 30. Aunque realmente terminaba siendo una imitación barata, no demasiado encubierta, de la saga de Indiana Jones que por otro lado sí era un serio homenaje al cine de entonces.

Ni que decir tiene que esta imitación se quedaba muy lejos de Indy. Personajes sin carisma, situaciones sin gancho, ritmo defectuoso. Lo mejor que puede decirse de la película es que contaba con interesantes efectos digitales, un villano (Arnold Vosloo) con buena presencia y unas peripecias levemente entretenidas que podían mantenerte atento hasta el final sin desesperar demasiado. No caló mucho en el recuerdo colectivo, pero sí que ha dejado tras de sí una nueva saga.

Llegamos a la tercera entrega y, a diferencia de la segunda parte, contamos con bajas considerables. Rachel Weisz, por supuesto, ya no necesita formar parte de esto. Una menos. Ni Vosloo ni el director y guionista Stephen Sommers tienen interés en continuar con esta saga. Sommers podría ser un director flojo, pero, al menos, apostó por un esquema de palomitas y nostalgia que tenía su valor. Poco, pero lo tenía.

El caso es que aquí sólo queda Brendan Fraser, un actor que no ha conseguido llegar a nada, a pesar de sus inicios vagamente prometedores con películas como Dioses y Monstruos. Ahora, a lo más que puede aspirar es a un papelito secundario en Crash. Entre tanto cobrará bien por este papel. Para la dirección se ha buscado a un mercenario de acción como es Rob Cohen, un productor aceptable que se metió a director para rodar películas de la calaña de xXx o A todo gas. Ahora le toca bregar con este producto caducado.

Debido al nuevo tono oriental que adquiere la película, entra en el reparto el héroe de acción chino por excelencia, Jet Li. Un intento desesperado de salvar el producto con esta nueva aportación. Maria Bello será la chica guapa. Está claro que no será su mejor trabajo, quizá esté buscando seguir la estela de la Weisz, pero me temo que anda desencaminada. Habrá que recordarla por Una historia de violencia.

Una película innecesaria, que no cuadra en una época en la que se busca un cine de acción de calidad. Sólo aspira a ser mínimamente entretenida, y es muy posible que ni siquiera lo consiga. Desde luego, no está en mi agenda.