Estoy harto de las revisitaciones y reinvenciones de superhéroes y personajes del pasado fruto del más estilizado postmodernismo.
En su falta de ideas necrótica, los grandes estudios se lanzan a crear precuelas, regresos y otras austeridades varias.
He aquí que, en cierta manera, arropado por el éxito de la serie "Smalville", llega esta reinvención del personaje de Superman que, todo hay que decirlo, es soso por naturaleza, con la idea de alejarlo de historias más ingenuas y actualizarlo a los tiempos modernos.
Pues bien, mi opinión es que en estos tiempos que corren el señor del calzón rojo y la capa están caducados y no me interesan ni lo más mínimo sus avatares, tanto amorosos como supuestamente heróicos.
La película no me llama lo más mínimo, y si la veo se deberá a las exigencias del verano, que se presenta parco en oportunidades de cine.
Bryan Singer, un buen director que se está echando a perder, juega a ser Christopher Nolan, su gran rival, en un terreno que ya debe abandonar.
Pereza, desgana, y falta de ideas para escribir estas líneas.
De Bryan Singer hemos podido ver "Sospechosos habituales", "Un verano de corrupción", "X-Men" o "X-Men 2".
El Superman de turno, al igual que lo fuera Reeves en su día, es el desconocido Brandon Routh.
En el papel de Lois Lane está Kate Bosworth ("La huella del siencio", "En el filo de las olas", "Las reglas del juego"), y en el de Lex Luthor, el gran Kevyn Spacey, que se dedicará a imitar a Gene Hackman.
Y todo ello desde la falta de huevos de prescindir de la partitura de John Williams.
En fin...directo a hacer caja.