Crítica de la película El Rito por Obi-Wan

Como película de exorcismos, esta cinta es uno de los mayores truños que recuerdo. Hasta Maleficio daba más miedo. Entonces podríamos pensar que el motor que debería mover la historia para darle algo de sentido sería el escepticismo del novicio protagonista, que se ve conducido al curso de exorcismo y por ello a Anthony Hopkins.  Pero es que esa faceta es aun mucho peor.  Recuerdo esas crisis de fe que atravesaban los protagonistas de El tercer milagro o Stigmata con Ed Harris y Gabriel Byrne. Eso sí que eran dilemas religiosos y actorazos y no este joven Colin O'Donoghue que parecía desmoronar su personaje por  momentos. Ni siquiera ver a Hopkins poseído tiene mayor valor. Unas arruguitas, un poco de voz infra mundana y nada más. Sigue dando más miedo en El silencio de los corderos.

Pero lo peor de todo es que no existe debate alrededor del exorcismo. La Iglesia no es puesta en evidencia en ningún momento. Dios existe, el diablo existe, los exorcismos son necesarios y punto. Las débiles réplicas del joven novicio son como intentar apagar un fuego a escupitajos, una vana intención por demostrar pero que sabes que no hará mella.

Hay algo peor que ser una película mala y es ser innecesaria como este film. Si quieres más detalles, mi compañero Munny también la sufrió en el cine.