Con un hilo impertinente que no deja caer la historia en la lentitud propia que suele darse en estos films, los acontecimientos ordenados por sucesos arrebatadores, concluyen en la lucha por desear el bien para un personaje directo y poco ostentoso que se gana la agradable curiosidad y el apoyo del público.
La dirección, bien colocada, escondida pero presente, con líneas claras y nada chulesca cuando los tiempos cambian y la velocidad del personaje se acelera, permite una correcta comprensión, sin despiestes de lo que represente en verdad el personaje, con esas últimas tomas del ciego y su deseo compartiendo lo mucho que tienen ya por compartir. Un lujo de película.