Desde luego la película da lo que promete. El público nos lo hemos pasado muy bien. Se trata de un tipo de historia muy habitual en le festival, lo que pasa es que ésta tenía ese buen gusto por la moderación, por las pequeñas sutilezas acompañadas de grandes escopetazos que siempre es de agradecer. Es muy fácil dar rienda suelta al delirio y la ultraviolencia sin sentido, además resulta atractivo, pero los resultados suelen ser más bien irregulares. Mucho mejor una solución tipo "Ordinary Man" con mayor sutileza y moderación.
Respecto a la historia. Pues muy típica. Gente, aparentemente normal, bajo cuyas vidas ha ido creciendo algo que de repente explota. Y ese final de pareja atípica que acaba encontrando su propia forma de amor, aunque sea fuera de todo lo que la sociedad estaría dispuesta a aceptar (¿la mujer vive en el maletero?).
La película me ha parecido interesante también por otro motivo. El director, que ha salido a presentarla era homosexual. El actor protagonista también. La pequeña historia gay de los policías chirría si no se entiende esto. Pero es que es la propia película la que, subterraneamente, reivindica formas de amor alternativas a lo socialmente aceptado, políticamente correcto o habitual. ¡Bien, bien, bien! Toooooma, puto caracol!! Unos homosexuales deciden hacer una película sobre el amor verdadero, al margen de lo que la sociedad opine o acepte... ¡y hacen una película de terror! ¡una película sin travestis, ni transexuales, ni pitos con caca, ni un Alejandro nenaza!