Tiene mucho de Dai Nipponjin (Big Man Japan). El tono, la historia, el falso documental fantástico. La estructura básica, las motivaciones del personaje, la respuesta de la sociedad. Incluso las fechas. En este sentido, es difícil aceptarla como original. Está aderezada con un poco de Watchmen, en cuanto al tratamiento de los superhéroes y otro poco de Los Increíbles -los juicios, Chronicle por su acción. No, definitivamente no es una película demasiado original, o, si se quiere, es la versión española de todo esto, que ya es algo.
Lo que sí que tiene son buenos golpes
de humor. Humor bruto, gamberro, cínico. Juegos constantes con su
condición de superhéroe y con la decadencia del protagonista. Un
Juanjo Pardo que sostiene toda la película con bastante
desparpajo y chulería. Tampoco le faltan réplicas divertidas como
las del Dr Subterráneo (Josep Seguí).
Aunque quizá lo más meritorio sea que
con un presupuesto ínfimo -es todo un ejemplo de cine low cost- haya
conseguido una factura de cine fantástico de lo más digna,
recurriendo constantemente a trucos de mostrar y ocultar, que
finalmente favorecen la creatividad. El estilo de falso documental
está bien conseguido.
En el lado negativo quizá tiene
algunos momentos alargados, menos interesantes, que hacen que la
película se pare un poco. En cualquier caso, una más que digna
ópera prima que vale la pena ver, y un director, Santiago Alvarado,
al que quiero seguir la pista.