Pedro Temboury es un viejo conocido de la Semana de Terror y del canal C: del satélite digital. Algunos quizá lo recuerden de la última película que perpetró: Karate a muerte en torremolinos.
Hay un problema con éste tipo de películas: lo más divertido es hacerlas, pero es insufrible verlas. Están hechas sin mayor pretensión que pasárselo bien haciendo el ganso en un rodaje. Y eso es lo único que el espectador puede apreciar al verlas: lo bien que se lo han pasado los perpetradores al hacerla. Pero insisto, para el espectador no hay nada.
Por eso, saludo desde aquí a Temboury (que, por cierto, además contará con Jesús Franco, dios de lo cutre) porque me parece un tío divertido, pero le digo ya desde ahora que no recomiendo a nadie que pierda su tiempo y su dinero viendo una gamberrada de la que se aburrirá a los diez minutos (si llega).
De todas formas lo más probable es que no se estrene en su ciudad...