A juzgar por el recibimiento general de este film, pareciera que habláramos de un circuito de bohemios de palo, y esto no sé si se puede transmitir a los personajes solamente, o a las intenciones del director con ese envoltorio de muestras de cine que se renueva. Y es que si los personajes parecen transmitir el sentir de los artistas modernos y apagados, parece que también la manera de mostrar la película juega a ser guay dentro del sector, del circuito.
Y ¿hasta dónde existe ese juego desde la dirección e idearios del guión?, pues eso habrá que discutirlo viendo el film, observando los mensajes que trate de reproducirnos. Si el objetivo es mostrar ese mundo cerrado de chicos y chicas en la élite del modernismo pasota a la última, pues es posible que sea una muestra digna y cierta, o al menos muestreo de la existencia de la tendencia, pero si la película participa de ello y de manera injustificada, sólo por el hecho de demostrar no sé qué, pues entonces hablamos de caída en picado, de castañazo y más aún en este lugar ibérico.
Ya veremos si me animo a escrutarla, pero aunque no lo haga esto tiene pinta de ser carne de cañón para que la difruten en Francia, que allí les gusta todo...