Crítica de la película The Lovely Bones por William Munny

De una cosa estoy seguro con esta película, de que va a gustar, porque tiene ese poso de película bonita, completa, llena y amable que no quita para crear espectación, ilusión y belleza en sus segundos y minutos. Detrás de ella un gran director como Peter Jackson en un reto enorme pero creo que bien llevado. Basada en la novela de Alice Sebold del mismo nombre, pretende ser una maravillosa historia con angustia de por medio, pero ante todo positiva a base de preciosismo y sueño.

Sin entrar demasiado en la trama para no estropearla y respetar a los que quieren llegar casi vírgenes al contenido, ya sé que es difícil, podríamos solo decir que la fantasía y la cruda realidad bailan juntas en un film que puede ser juvenil, puede ser adulto y ambas cosas a la vez. Atractiva por su aroma a cine comercial pero con intento de maravillar desde la poesía y la complejidad de historia y estética, esta producción no será olvidada ni mucho menos. Se trata de un decorado al servicio del espectador que encima tiene un buen relleno.

En el apartado de los actores, sí que podríamos decir que en este caso, la importancia de los mismos, no es indispensable, aunque comercialmente los disfrute, quiero decir que lo importante no serán ellos, que en un momento del film seguro que nos olvidamos de Rachel Weisz (Ágora), Mark Whalberg (El incidente), Stanley Tucci (Julie y Julia) o Susan Sarandon (El mejor). Mención especial para la protagonista, Saoirse Ronan, a la que hemos visto como protagonista en City of Ember pero también como secundaria en Expiación por ejemplo. Tiene sencillamente lo que hay que tener para transmitir en pantalla, para adecentar al espectador, para mecer con sus gestos y rostro hacia la simpatía o pena para con el personaje de turno. Gran futuro le espera.

Eso sí, no me gustaría que se llevara a los más pequeños alegremente a la película porque puede que sea dura en muchos momentos para ellos.

PD: Algo tiene del estilo de Shyamalan, por qué será...