Crítica de la película Memorias de una Geisha por Iñaki Ortiz

La fama del bestseller la precede. Una de las adaptaciones más esperadas después de “El código da Vinci” (a esta otra ya la pondremos a caldo en su momento). Y sin embargo una cita que no me tiene demasiado interesado. El mayor culpable de este desinterés es sin duda su director: Rob Marshall, un excoreógrafo que es poco más que eso. Un tipo con sólo otra película (para el cine) en su haber: la oscarizada Chicago. Un musical bastante tontuno con muchas luces y parafernalia pero de cine bien poquito. Y lamentablemente esto es lo que me espero en la película que nos trae ahora. Luces, y exaltación muy a lo grande, muy a lo Hollywood, pero muy poquito de detalles, de delicadeza y de buen hacer. Porque el coreógrafo nos dará ritmo y colorido pero ni creo que la esencia de oriente se deje ver por allí ni creo que se pare a transmitirnos la lenta pigmentación del maquillaje de una Geisha ni el suave ruido de su calzado sobre el suelo. Detalles que me harían interesarme mucho y que dudo muchísimo que aparezcan.

Si pasamos al apartado del guión, casi vamos a peor. Un tal Robin Swicord se encarga de la adaptación y para definirlo me limitaré a nombrar algunos de sus anteriores trabajos: “Prácticamente magia”, “Matilda”, “Cuando salí de Cuba”. No he elegido los peores títulos, ahí queda eso.

La protagonista, la geisha, no podía ser otra, la chica oriental a la que hay que llamar para este tipo de necesidad: Ziyi Zhang (“Tigre y dragón”, “Hero”, “La casa de las dagas voladoras” – a partir de aquí pueden extrapolar ustedes mismos). Digamos también “Hora punta 2” y “2046.

Y bien, ¿Por qué tres estrellas? ¿Por qué perder mi tiempo en esta película? Primero por la necesidad mediática de cubrir esta película en precríticas, eso por descontado. Segundo porque parece que el libro gusta. Sí, sí, parece que por lo menos es entretenido. No he tenido el gusto de leerlo porque no me atrae tanto como para perder más de dos horas de mi preciadísimo tiempo. Confío en mantenerme entretenido hasta el final. Si Marshall no me hace daño a la vista, si el argumento es tan entretenido como debe y si el Swicord no se carga el guión, conservaremos las tres estrellas. Muy bien tiene que ir la cosa para subir.


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