Se trata de una de esas ocasiones en las que una película de
presupuesto ínfimo (15.000 $, unos 10.000 euros, más barata que comprarse un
coche) consigue ser un taquillazo. Ya lleva ganados más de 60 millones de
dólares, el sueño de todo productor.
Esto ha sido posible debido al tipo de rodaje que se ha llevado a cabo.
Estamos hablando de una nueva The Blair
Witch Project, para que nos entendamos, pero con algunas diferencias
propias de nuestro tiempo.
La primera es la técnica. Como no podía ser de otra manera,
la película está rodada en digital, en HD concretamente. La opción evidente en
un tiempo en el que el digital está acercando cada vez más el buen precio a la
calidad. La segunda es una cuestión de experiencia, después de lo hecho hasta
ahora es necesario ofrecer algo más al espectador, pulir más los elementos
adversos de este tipo de propuestas, como puede ser la falta de ritmo.
El efecto sorpresa no lo vamos a tener, pero si podemos
encontrarnos con una evolución moderada de un buen producto (que no
necesariamente una buena película). Se trata de un producto de nuestros
tiempos, incluso de cara a la distribución, existe una web oficial en la que
puedes pedir que se proyecte la película en tu ciudad, y con las suficientes
peticiones se dan por enterados. El artífice de todo esto, Oren Peli, después
de dar esta campanada, ya está filmando más cine (Area 51). Veremos cuánto hay de producto y cuánto de buen cine.