Si lo que pretende nuestro amigo admirado Spielberg es que nos quedemos postrados ante sus documentales con diálogo que buscan transgredir el tiempo y las formas bajo una dirección brillante, puede que no lo consigua.
Me da la impresión, que el mensaje moralista debería eliminarse de una película que será bien llevada a las orillas de la buena realización pero que se perderá en los momentos que se quieran exagerar mostrando interiores de personajes que no se corresponden con la necesidad de la acción.
Los personajes de Spielberg suelen mostrarse desde el exterior, como conclusión de una acciones que nos llevan a dirimir de qué pie cojea, ahora, esta aventura de hacer sensible una película de acción es el intento vano de un loco que a pesar de todo tiene demasiado crédito porque es un grande.
A pesar de todo, tendrá momentos increíbles, como casi siempre consigue Steven.