No confundamos esta película con La niebla de John Carpenter, ni con el reciente remake espantoso que se ha hecho de esta. No, esta es La niebla de Stephen King, aunque para mí más bien es La niebla de Frank Darabont.
Darabont, para quien no lo sepa, es el director de Cadena Perpetua, una película que a pesar de su duración se ve de un tirón, y que tuvo una muy buena aceptación por casi todo el mundo. Después, Tom Hanks quiso trabajar con él en La milla verde, y Jim Carrey en The Majestic. Su trabajo como guionista se extiende más lejos. Aunque los créditos no lo demuestren, hay mucho de él en el guión de Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal.
Es todo un experto en Stephen King, unas cuantas películas suyas son adaptaciones del rey del bestseller, incluyendo dos de las ya citadas. De hecho, su primer trabajo, un corto allá por el 83, ya se apoyaba en una novela de este autor. Se aprecia la influencia de King en sus trabajos, no sólo en los que son adaptaciones. Un gusto por la psicología de los personajes, villanos malvados con sus traumas personales, intensidad, hincapié en la identificación con el protagonista. Su estilo es muy clásico, y lejos de ocultarlo, lo potencia.
De Stephen King se pueden pensar y decir muchas cosas, buenas y malas, pero vista la cantidad ingente de trabajos suyos que se están adaptando es difícil terminar de definirlo. En este caso parece que nos encontramos con una película más de terror de género, que otras adaptaciones del director. Seguramente es una película con mucho ritmo y respeto al espectador pero que no aportará demasiado. Un divertimento que me apetece ver.