5 metros cuadrados no tiene que ser una película de lindezas de cámara, ni alucinantes capacidades cinematográficas, ni excepcional puesta en escena, tiene que ser llanamente una película realista, del día a día, porque su tema, la burbuja inmobiliaria, requiere conectar con el público tratándose de un tema tan a flor de piel.
Fernando Tejero, limpiándose la cara y cambiando de registro, puede ser el ideal para sacar adelante un papel que necesita de un rostro como el suyo, que conecta con facilidad, y lograr ese tono de cotidianidad en una historia que se nos hará cómoda y trabajará con lo comercial sin olvidar el drama que pretende tan explotar como denunciar.
Max Lemcke, director de Casual day, parece que consigue conectar con la generalidad de la prensa y del público siendo limpio en una ejecución simpática y verosímil, logrando una película que se ve sencillamente, que engancha, que deja clavado, ese mérito es muy plausible.
Un tema genérico y de interés, muy local, y un bueno muy bueno que se va transformando y el espectador con él, son los ingredientes para lograr en el Festival de Málaga los premios de la crítica, mejor película, mejor actor principal y secundario y mejor guión…algo debe de tener…