De vez en cuando, mi compañero Hypnos
nos lanza un aviso a voz en grito, para que descubramos una pequeña
joyita de la cartelera. Lo ha hecho también con ocasión de esta
película y yo, sin ser tan optimista, quiero apoyar la moción. Y es
que sólo con enumerar los nombres de los créditos, la película se
muestra atrayente al momento. Empezando por su director, Mark
Romanek, todo un especialista en videoclips que le regaló a
Robin Williams una de sus mejores interpretaciones en Retratos de
una obsesión. Aquella era una película pequeña pero
tremendamente eficaz y con personalidad propia. El guión es una
adaptación de una novela de Kazuo Ishiguro, cuyas obras han
sido llevadas al cine por James Ivory o el personalísimo Guy Maddin,
y está adaptada por nada menos que Alex Garland. Este es el
responsable de los guiones (y una novela) de algunas de las
mejores películas de Danny Boyle.
A estos nombres unimos algunos de los
jóvenes intérpretes más de moda. Las nominadas al Oscar, Carey
Mulligan y Keira Knightley, dos grandes actrices; y un
actor con mucho potencial, Andrew Garfield, que ha demostrado en
películas como La red social o Leones por corderos, no sólo sus
dotes interpretativas sino también una cierta presencia carismática
(que sin duda le ha valido ser el nuevo Spiderman).
Nada más que decir sobre esta película
en la que, sin duda, lo menos atrayente es su título demasiado
convencional. Una muy buena opción en la cartelera.