Nos encontramos ante el clásico remix de varios títulos
significativos del cine de terror, estábamos avisados por el propio Christian Alvart y así ha sido. La
influencia de The Descent es clara,
en sus pasejes claustrofóbicos y oscuros, la sombra de Alien es esencial en
cuanto a la tensión de los pasajeros inesperados. La locura de Horizonte Final (no en vano Paul W.S. Anderson está en la producción).
Todo esto tiene el lado bueno de conseguir una película completita, que
funciona en varios sentidos, pero también deja una inevitable sensación de
tener todo esto demasiado visto.
Además, en ese afán de incluir todo tipo de elementos,
Alvart se excede. Que Dennis Quaid termine como termina, ya huele un poco,
aunque afortunadamente no influye demasiado en el desarrollo del film. Pero ya
las habilidades de lucha de los secundarios, al estilo Resident Evil, es una pura incoherencia que está completamente
fuera de lugar en esta película y que sólo indica la inseguridad del director
de sacar adelante el proyecto sin la concesión a las peleas espectáculo.
Estas cuestiones desmerecen una película que por otro lado,
contiene escenas de tensión muy bien orquestadas, y juega con un argumento algo
complejo pero bien unido, limpio, y con un final grandioso (a nivel visual y
conceptual). Una irregular película de terror, acción y ciencia ficción que
cuenta con elementos muy positivos. Juega a su favor, que este tipo de cine no
se hace demasiado, al menos no bien.