El thriller de acción es al cine
surcoreano lo que la guerra civil para el cine español. Se lo saben
de memoria, y se puede decir que ya lo dominan. El lado negativo de
esta cuestión es que ya hemos visto unas cuantas películas
coreanas, gracias a la cada vez mejor distribución de estos títulos
en nuestro país, y corremos el riesgo de empezar a cansarnos de los
recursos similares. Algunas de las premisas y formas de esta
película recuerdan a Simpathy for mr Vengeance, de Park Chan
Wook, por poner un ejemplo de obra coreana exitosa dentro de este género.
Si nos olvidamos de esto, es decir, si
pasamos por alto cierta falta de originalidad y un cierto formato de
producto prefabricado, podremos disfrutar de un trepidente thriller
que no aburrirá ni un minuto. Con su adecuado uso del ritmo, su
violencia estilizada y un buen gusto para la planificación, cumplirá
de sobra las espectativas. Nutrida, además, de un argumento cargado
de pequeñas dosis de suspense e intriga.
En definitiva, nada nuevo ni demasiado
imaginativo, pero al menos, bien hecho.