En esta película se citan dos ámbitos de mucho interés por mi parte en lo que a cine se refiere. Haciendo un ejercicio reduccionista se podría decir que contenido y forma.
La forma estará de la mano de Nobuhiro Suwa, uno de esos nombres desconocidos para el gran público, pero muy conocido por, por ejemplo, H-Story, una película que destacaba, sobre todo, por la forma.
El contenido vendrá de la mano del otro director y guionista del film, el actor francés Hippolyte Girardot. La mayor carga de profundidad del guión y el enfoque del contenido del mismo creo que estarán de su lado. Y es que, volviendo a ser reduccionistas, hay cuestiones cotidianas que sólo un francés puede hacer tan irresistiblemente interesantes.
Una historia en tono de fábula, sobre la intensidad de la amistad y que no dará tregua al espectador menos acostumbrado a padecer en una butaca. Ahora que la vuelta ciclista a España llega a su fin, y por hacer un reduccionista ejemplo: un puerto de 2ª categoría con rampas de más del 8 % en algún tramo, y que se corona a 20 kilómetros de meta.