Tengo que apreciar la osadía de
Eduardo Chapero-Jackson al atreverse con este material. Ha
querido sacar adelante un proyecto bastante radical. Además lo ha
hecho con un despliegue visual bastante imaginativo. Ha sabido
aprovechar los elementos urbanos convencionales para construir un
universo mágico. Los bloques impersonales de edificios que se tornan
oportunamente en cárcel en ese plano en contrapicado. La
personalidad atractiva de la parte vieja. La oda al grafiti, como
herramienta de ruptura con la rutina y de reivindicación de la
fantasía y la belleza. También ha sabido crear, con poco,
escenarios abstractos de fantasía, con esas alcantarillas o las
pantallas de sonido.
Sin embargo, es difícil que el
planteamiento pueda aceptarlo una persona adulta. Es difícil, aun
intentándolo, tomarse en serio esas rimas habladas en tono trascendental y esa sumisión a
la moda urbana del skate y la capucha. Es difícil conectar con la
protagonista, una cría que sabe muy poco de la vida y que es incapaz
de empatizar con quienes le rodean. Es casi imposible tragar el
discursito final en la clase, y es muy complicado no parar de pensar
que esta chica dice querer cambiar el mundo pero realmente es incapaz
de implicarse con una causa más noble. En definitiva, toda una serie
de peros que no tienen por qué estar en la mente de un adolescente,
más preocupado por buscar su propia voz y su rebeldía, que en hacer
efectivas sus buenas intenciones.
En este sentido podemos tomar la
película como un análisis de los procesos de esta etapa de la vida,
realizado, por decirlo así, desde dentro. Que no se me entienda mal,
cuando digo que es cine sólo apto para adolescentes, no pienso en
películas estúpidas, en productos prefabricados para hacer taquilla
con los jóvenes. Lo digo en el mejor sentido, esta puede ser una
película que un chaval de quince años pueda sentir muy cerca y que
pueda aportarle valores interesantes, incluso servirle de ayuda.
Una invitación a romper con la rutina
y a volver a entender las cosas desde un nuevo punto de vista. Una
película ambiciosa que camina entre Matrix, La historia
interminable, Don Quijote... Una película atrevida y meritoria, pero
en demasiados momentos, inaceptable.