A mí que me da que este film no demasiado anunciado puede tener un irrumpir inteligente en taquilla, no solo por la necesidad de cine distinto, o al menos con otro corte más sencillo y no tan perfecto, sino por atreverse a tratar el tema de la droga colombiana con esa discreción triunfal.
Lo más importante, esa realidad que el cine español no acaba de conseguir en sus exteriores, la va a poner ese tono colombiano de majestuosa fiereza de la calle, vivida muy intensamente, con unos personajes posiblemente inmersos en las profundidades de un mundo que ambientado en los años 80 dista mucho de lo que conocemos.
Interesante y agradecida, seguro que unos minutos muy seguros.