No sólo estamos hablando de un grácil mensaje en forma de chicos inteligentes y estudiosos, hay más, gran sopresa, pero no resulta suficiente para mi comprensión, puede ser por ese talante tremendamente "pedante" que muestra el film, además de ciertos montajes que buscan sin duda la adaptación al cine del teatro más natural, sin consegirlo del todo.
No quiero decir con esto que la totalidad del film no tenga la categoría suficiente de mayor nota, pero en conjunto resulta lenta e insistente en esa idea de los poetas muertos en busca del "Carpe Diem", en este caso académico. Puede que el choque de mentalidades sea un gran tema para la primera parte de la película, pero cuando se pierde en divagaciones de corte melancólico y amoroso, el nuevo profesor, o la hazaña maníaca del señor voluminoso, se muestra lejana a la idea central, y por tanto menos película.
La comparación es odiosa, e incluso vence la actitud de estos románticos del estudio ante aquellos tras la estela de Robin Williams ( Noche en el museo o Retratos de una obsesión) en mi persona, pero la diferencia es que la coherencia es mayor en la anterior edición, más pura, más cine, mientras que en esta entrega disfrutamos de mucha verborrea y espectáculo gratuito que no emerge en absoluto en un aprendizaje real, al fin y al cabo, parecen crecer más los profesores que los alumnos, de revolucionarios nada, de quejicas mucho.