La técnica de animación de esta película es, seguramente, de lo más interesante que hemos visto en animación este año en la Semana de terror, en parte porque no ha habido demasiado nivel en este aspecto. Mucho más dinámica y moderna que otras y muy espectacular en los momentos de acción, así como explicita y gamberra en el apartado sexual. Le falta, por supuesto, sutileza, aunque hay que admitir que no la busca. De belleza no anda sobrada, aunque diremos lo mismo, que no la busca. Lo peor que se le puede achacar es que la expresividad de los personajes y su presencia no cumple para nada las expectativas, y aquí no hay excusa.
En cualquier caso, la animación no es el punto malo. Claramente el defecto de esta película se encuentra en su guión, que a pesar de sus buenas intenciones, se convierte rápidamente en una ensalada de tiros aburrida y en un conjunto de parodias demasiado evidentes y sin gracia de otras películas. Los chistes más escatológicos pronto dejan de llamar la atención y se convierten en un efecto mecánico más de la película. Y es que ese es el problema, que a partir de la media hora todo se mecaniza en el film, convirtiéndose en una tediosa repetición y aumento que parece no tener fin.
Este tipo de historias suelen gustar de incluir muchos elementos, muchos personajes y diferentes facciones que compiten entre sí con distintos objetivos. Supongo que se cree que así el guión se enriquece. Complicar = Enriquecer. Yo termino perdiendo todo interés porque veo una larguísima escena en la que el robopolicía se enfrenta a la banda del pañal, y me pregunto, ¿yo de qué parte estoy? No es que piense que las películas deban ser de buenos y malos, pero cuando me invaden con un desorbitado metraje de acción quiero poder tener un interés en la resolución de las batallitas. Está claro que no lo tengo. Sólo veo personajes que deambulan complicando la trama, y muchos otros que se apuntan a acciones determinadas sólo a favor del desarrollo del guión. Estoy tan cansado de esta estructura de grupos (la policía, la mafia, los malísimos, los protagonistas…) en la que los personajes que supuestamente nos deben interesar se encuentran a cada paso con un enemigo diferente. Acción vacía.
La comedia, como he dicho, pronto deja de hacer gracia, y la parodia futurista ya ha quedado clara en veinte minutos y no sabe reciclarse. Chistes de caca y tetas me aburren pronto.
Una película de dibujos desaconsejable para los chavales y estúpida para los adultos. Un desperdicio de técnica. Una pretensión de gamberrillos que está trasnochada.