Ésta es una de esa películas realmente fáciles de prever. Por un lado, tenemos a Simon Pegg, actor de comedia que me gusta bastante, y que hará su papelito de pobre hombre rodeado de mujeres megabuenorras que intentará ligar aquí y allá con más desacierto que otra cosa. Y, por otro lado, tenemos a Megan Fox, que será la mujer megabuenorra que intentará ligarse. Por el camino nos encontraremos gags cómicos que situarán a los personajes en las clásicas situaciones que la comedia romántica americana lleva desarrollando en los últimos cuarenta años.
La fórmula está trilladísima y es casi imposible que alguno de los gags de la película nos sorprendan. El que entre al cine a verla, que no lo espere. Lo que si puede esperar es pasar un buen rato sin mayores pretensiones. También se puede elegir ésta película sólo por ver a esa inmensidad sexual que es Megan Fox, o por disfrutar del aire acondicionado del cine, o por estar un rato con tu pareja sin tener que hablar con ella...
En fin, se puede elegir ésta película por varios motivos excepto si lo que se busca es ver cine.