Una película muy convencional. Nos sabemos de memoria la historia de la pareja de asesinos, “Bonnie y Clyde” o “Asesinos natos”. Sabemos como trabaja la policía. A esta película la conocíamos antes de que la hicieran. Desde luego.
Claro que la película no pretende ser otra cosa que una de esas viejas películas de asesinos. De hecho, creo que se ha molestado en tener cuidado de no salirse del renglón en ningún momento. Ambientada a finales de los cuarenta, por los hechos reales, claro está, pero también porque hoy en día nadie se cree esta historia ambientada en el presente. Igual que “L.A. Confidential” (sin comparar calidad) juega a hacer un noir de entonces.
Y lo que hace, lo hace muy bien. Unos créditos con fotografías impagables y con un tiro en la bañera poderoso. Los encuadres, a lo largo de la película, son bellísimos. Una dirección muy serena y con el objetivo muy claro de hacer una película claramente de género. Además consigue imágenes fuertes, violentas, en los límites del mal gusto.
El guión resulta interesante en todo momento. El habitual policía atormentado pero en este caso en consonancia con la investigación. Con problemas familiares y de pareja que no entorpecen el ritmo de la trama. Un equilibrio adecuado a la hora de mostrar y ocultar.
Aunque, sin duda, lo mejor de la película lo encontramos en el reparto. Travolta, en un papel relativamente sencillo, cumple suficientemente aunque sea eclipsado por su compañero, Gandolfini. Aun mejor está la implacable Salma Hayek con esa voz grave y esa sensación desagradable que muestra a lo largo de la película tan impropia de ella. El premio gordo para Jared Leto, un actor que con cada papel que interpreta demuestra lo que vale. Consigue crear un personaje complicado pues debe ser a la vez don Juan y un tipo calvo y desaliñado. Habría sido muy fácil explotar la belleza del actor pero en lugar de ello debe conquistar a la vez de parecer poca cosa. En el caso de ambos, han conseguido construir dos personajes sucios, vulgares, con un cierto toque cutre.
Bien hecha aunque vista. Si Todd Robinson, director y guionista, en su próxima película (tiene anunciada “The last Full Measure” con un buen reparto) consigue alejarse un poco de historias tan mascadas puede ser un cineasta a seguir.