Crítica de la película No controles por Hypnos

Juego precrítico: ¿a qué otra precrítica le puse el mismo título?

Borja Cobeaga es un tipo simpático que demostró muchas cosas con su ópera prima, Pagafantas. Me sacó de mi enroque desconfiado con un ataque bien orquestado de humor a raudales, muy local quizá, y con un maestro en la comedia como es Gorka Otxoa.

Mientras Cobeaga sigue tonteando con el corto, se ha sacado de la manga su segunda película que, en contra de lo que parece por la gente que me rodea, ha gustado a quienes la han visto, pero que está replegándose en todos los cines de la capital. A ver si tengo suerte y la pillo pronto.

Ha tirado de Unax Ugalde, un actor que no termina de terminar, aunque en Bon apetit estuvo muy bien en un papel cómico que espero no moleste al que parece ser el protagonista absoluto de la cinta: Julián López.

Me apetece mucho partirme la caja riéndome en una butaca. Estamos asistiendo al nacimiento de una rutilante estrella del cine español.