Juan José Campanella ha asombrado a todos con la elección de
su nuevo trabajo. Su anterior film, El secreto de sus ojos, ganó el Oscar a la
mejor película de habla no inglesa, así como innumerables premios en otros
festivales. Para mi ese título fue como el perfeccionamiento de sus primeros largometrajes, como El hijo de
la novia o El mismo amor la misma lluvia, familiares, cotidianos y románticos,
para dar un paso más allá. Tras seis años dedicándose más a la televisión, con El
secreto de sus ojos dio un salto al cine en estado puro y nos regaló un
peliculón a todos los niveles.
Por eso no deja de ser extraño que el siguiente proyecto de
Campanella haya sido una cinta de animación en 3D. Se adivina que, para el
guión, que también ha sido escrito por él, utilizará esa capacidad que tiene
para emocionar y para transmitir sentimientos. Y por supuesto, será curioso ver
como su actor fetiche, Ricardo Darín, es
suplantado por un personaje animado.
La producción es hispano-argentina. Ya se ha demostrado, por
ejemplo con títulos como Planet 51, que nuestra calidad técnica puede competir
con compañías como Dreamworks y en picardía y mala leche superar a cualquiera.
Su temática sobre el deporte rey hace pensar en cierto éxito asegurado en
países latinos. En su estreno en Argentina ya arrasó la taquilla. Queda por ver
su aceptación a nivel internacional, aunque se oyen rumores de que sea unas de
las nominadas a la mejor película de animación de este año a los Oscar.
Se adivina tierna y divertida, pero la gran cuestión es si
será capaz de llegar al corazón como Wall-e o Up, porque a Campanella lo veo
capaz de jugar en esa liga. La técnica parece controlada, veremos si es capaz
de tener esa chispa que diferencia a los grandes.