Simplificando más de lo debido: el cine canadiense está a medio camino entre el cine europeo y el estadounidense. A menudo con las pretensiones intelectuales del primero, pero casi siempre utilizando una base tan fácilmente digerible como la del segundo, especialmente similar al nuevo cine independiente de EEUU. De un modo u otro, lo que está claro es que nos encontramos ya desde hace años en una corriente interesantísima de cine en Canadá, que se deja ver también en otras disciplinas, como por ejemplo la nueva escena musical indie del país, con la que comparte concepto y actitud.
Por esta razón, me parece todo un acierto la inclusión de esta película en la sección oficial del festival de San Sebastián, que quizá se ha perdido bastantes trabajos interesantes de esta nacionalidad (en favor de otras, todo hay que decirlo, ahí está el cine nórdico). Ojalá en años posteriores pueda aumentar el número de trabajos provenientes de Canadá, independientemente, claro está del valor de este en concreto.
Un punto diferenciador que puede ser clave, es la nacionalidad de la directora, que proviene de Suiza. En cualquier caso, suiza o canadiense, Lea Pool ya ha demostrado su validez sobradamente con un buen número de premios en festivales como Berlin o Toronto, con películas como Emporte-moi o La mariposa azul.
El factor de riesgo viene por el guión, escrito por una primeriza Isabelle Hébert. Confiemos en el buen acierto de la directora. Como protagonista, Gabriel Arcand, el hermano del conocido director Denys Arcand.
Una nueva oportunidad para acercarnos al interesante cine canadiense que, salvo contadas excepciones, no tiene la suficiente distribución en nuestras salas.