De un tiempo a esta parte, el cine
indie (que no independiente) está dando verdaderas señales de
agotamiento o, lo que es lo mismo, de ser absorbido por el engranaje
de la industria, triturado, desnaturalizado y sobre todo normalizado.
Es fácil que el público se canse, y valore como una impostura la
enésima producción con aroma indie.
En ese escenario, que no sé si es del
todo real (el público aguanta de forma sorprendente cada nuevo
elemento de cada larga serie de copias), aparece esta película que anuncia como su mejor valor su condición puramente indie. Tira del actor
indicado, Michael Cera (Juno,
Supersalidos) y está dirigida por Edgar Wright,
responsable de películas como Zombies Party. Para rematar, la
película está basada en unas reconocidas novelas gráficas.
La clave de este proyecto es su
intención. Más allá de que sea otro producto perfectamente
calculado para un sector de la sociedad, osea un producto claramente
comercial, creo que será capaz de romper suficientes normas y
caminar por senderos diferentes como para poder reivindicar con
sinceridad su condición indie. A ver si es verdad.