El mismo título de mi postcrítica lo dice todo. Ha sido un producto que parecía más de televisión que de otra cosa. Pero tengo que decir que aburrida lo que es aburrida no ha sido. Pero obtiene el título de "truño". Y es que el cien por cien de la cinta está dirigida con planos en honor al mismo Pacino, a sus muecas, a su tez, sus arrugas, su barba y un largo etcétera. Por poco pensaba que era uno de esos vídeos de homenaje de una entrega de premios. Lo que me temía se ha cumplido. Un producto con trayectoria, es decir, una cinta con un actor de elenco (Pacino), la juventud de los alumnos de la universidad (de los que luego comentaré) y a La juez Amy haciendo de secretaria homosexual para dar sentido a los sucesos posteriores.
Esta vez, Avnet la ha jorobado bastante. Porque no da ni una buena. Es todo tan obvio, tan facilón, con pistas que duran minutos largos en los que tienes que levantar la mano inmediatamente diciendo "lo he pillado". Un comienzo de los tradicionales con escenita de crimen dando la bienvenida después al omnipresente Pacino. No tengo nada en contra de él, ni mucho menos, pero ya no es su momento. Y una actitud tan superficial con todo lo que ocurre en la universidad, ¿que hay un aviso de bomba?, pues nos vamos charlando tranquilos al jardín. Respecto a todos los jovenzuelos que acompañan a Pacino durante el film son auténticos actores de barrio. Ni expresión, ni vida, ni nada. Patético. Se gana la nota más baja porque podría haber sido un psicothriller con más carácter, con eso a lo que la gente llama "misterio, intriga, suspense". Pero ni eso. Todas las reacciones de los personajes están premeditadas, todo es tan ficticio que por momentos creía estar en el salón de casa sabiendo que podría cambiar de canal. Por cierto, a Pacino se le cae el móvil muy mal y lo suyo ya no son las armas. Mal nivel en todos los sentidos. No se salva. Pronto la veremos en la tele, donde tenía que haberse estrenado.