Crítica de la película Un lugar donde quedarse por Iñaki Ortiz

Caricatura indie


4/5
06/12/2009

Crítica de Un lugar donde quedarse
por Iñaki Ortiz



Carátula de la película Sam Mendes no se aleja de sus objetivos, adentrarse en el complejo mundo de las relaciones, los hijos, la pareja, la sociedad. Pero cambia sus maneras, abrazando el género indie más puro, en un ejercicio estilístico que parece rozar la parodia aunque realmente no sea esa su voluntad. La imagen granulada, especialmente en la escena inicial nocturna, los rótulos grotescos que indican el destino, la extravagancia exagerada de los personajes, el aspecto bohemio del protagonista, etc.

Bien mirado, la pareja protagonista quizá no sea más moderna de lo que, para su tiempo, lo era la pareja de Revolutionary Road. En cualquier caso, no son, ni mucho menos, los personajes más exagerados de la película. En el afán de mostrarnos diferentes modalidades de paternidad, Sam Mendes nos ofrece unos ejemplos extremadamente exagerados, una caricatura impropia de su cine más bien preciso. Un tanto abandonado a la ligereza propia del género, busca momentos cómicos - que realmente lo son - a través de la mayor distorsión social.

Ciertamente hay una pausa, hay una mayor licencia, más manga ancha para realizar una película menos perfecta que las del resto de su filmografía, pero que también vale la pena hacer.  Divertida y sencilla, pero no por ello deja de ofrecer su particular mirada sobre lo sociedad. Una mirada que se replantea cualquier cuestión y ue no suele ofrecer respuestas concretas.



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