Crítica de la película Posdata: te quiero por Olmo

Con un título atractivo a primera vista y que de primeras ya vomita el contenido del film, además de un grupo de actores y actrices conocidos por todos pero que sin embargo no son el prototipo de estrella hollywoodiense, Posdata: te quiero se presenta en nuestra cartelera como firme candidata a hacer un mes de julio muy rentable y a ser eso mismo, un producto de verano, de corte romántica, menos artificial, más realista y menos bananera que otras de su especie. Por eso, puede ser una peli bastante decente. Menos decadente. Más estable. Con más ritmo y con una historia que une conceptos contrapuestos pero que son completamente compatibles en la gran pantalla.

Seguido de todo lo anterior no cabe duda de que otro de los argumentos firmes que tengo para subirle la nota es que Hillary Swank forma parte de esta peli. No se le puede comparar con la grandísima Blanchett pero desde luego siempre he sido un firme admirador de ella y su aportación con magníficas interpretaciones. No fue casualidad su Oscar en Million Dollar Baby. Y menos importante no fue el papel que interpretó en La Dalia Negra en el que vemos a la Swank más crecida. Bien es cierto que la peli sufrió un golpe duro por parte de la crítica pero Swank estuvo enorme, grande, sensual, atractiva, muy erótica. Y se comió su papel sin apenas tener hambre, con indiferencia. Hablo de la Swank de los últimos seis años. Otros títulos tales como La cosecha no le dejaron en muy buen lugar que se diga. A pesar de tropezones y pelis para olvidar esta chica me sigue evocando ternura, un atractivo descomunal además de su capacidad para ser una princesa de la gran pantalla.

Por otro lado Gerard Butler, quien por su nombre quizás no pero sí por el Leónidas de la archiconocida 300. Poco que decir sobre Butler. Simplemente que a muchos les va a costar quitarse de la cabeza a Leónidas y sustituirlo por un hombre afeitadito y romántico además de tener un guión. Lisa Kudrow completa entre otros el reparto de esta cinta veraniega dirigida por Richard LaGravenese.  La bautizo con las tres estrellas, es decir, digna, en su sitio, amable y simpática pero que no tiene fondo. Porque no será pegajosa, porque tiene argumentos para ofrecer una historia sin que se vacíe por momentos. Tengo esa sensación de poder verla pisando fuerte sin ningún resvalón. Va a lo seguro, sin perjudicar ni defraudar a nadie.