Quien fuera Benito en "Manos a la obra" o Pepelu en "Esta noche cruzamos el Missisipi", Carlos Iglesias, nos presenta su primera película como director. También la protagoniza y es el guionista. Ambientada en Suiza retrata la vida de unos emigrantes españoles, como lo fue en su día este actor. Afirma que hay algo de su padre en el personaje que interpreta y mucho de él en el niño.
Se espera por tanto que el director haya puesto todo su cariño en esta obra que tanto tiene que ver con su propia vida y que además es su ópera prima. Desde luego estamos hablando de un proyecto muy personal. Mucho se ha hablado, y casi siempre para mal, del cine español en este medio. Esa especie de moda, de películas sin imaginación con protesta bien alta que nos cansan a base de repetir el sistema. Creo que esta película es uno de esos pocos contraejemplos que se diseminan a lo largo del año por la cartelera. Podrá ser mejor o peor pero por lo menos no es una esclava de ese concepto terrible llamado moda.
Pero tampoco nos engañemos, crítica social habrá, pero desde la óptica de los recuerdos de infancia más personales del autor, no porque toque sino porque realmente le interesa. Confío en que se trate de una película agradable, entretenida, pequeña y entrañable, aunque la verdad es que no me espero nada muy especial.
Sobre Iglesias he de comentar que no sólo es televisión todo lo que ha hecho aunque lo haya presentado a conciencia así. Su papel de Sancho Panza en "El caballero Don Quijote" ha sido alabado. Recientemente le hemos podido ver en "Ninette" de Jose Luis Garci, haciendo un papel secundario.
Una película tranquila para espectadores amigos del cine de familias y pequeñas peripecias.