Aunque Murray es quien más me llama la atención en esto, por sus antecedentes, no voy a olvidarme de la señorita Coppola, claro está. No viene a cuento hablar de su ilustre padre, pero sí deberíamos recordar aquel fatídico episodio de Historias de Nueva York, de F.F. Coppola, y es que aquella ingenua e incompresible sosez estaba escrita por Sofia Coppola. Hay que decir a su favor que ni siquiera había alcanzado la mayoría de edad, pero pudo dar la sensación de que por enchufe familiar entraba en el mundo del cine una nueva mediocridad. Sin embargo, un poco con las vírgenes suicidas, y ya de lleno con esta película, Sofia nos va a demostrar que sabe contar historias, que no cae en el tópico, que juega con los pequeños detalles, que no hace alardes de dirección porque no los necesita, que gobierna a sus actores pero no aprieta. Y sobre todo, que no sólo es «la hija de».
También contamos con la nueva promesa que es Scarlett Johansson, estuvo bien en la chica de la perla, y todo hace suponer que volverá a estar bien. Es muy posible que ninguno de los momentos de “Lost in Traslation” sea inolvidable, pero en general creo que nos encontramos ante una buena película con posibilidades de convertirse en excelente. No se la pierdan.