Película que circula estos días por el Festival de Málaga. También en Tribeca. Es el segundo largo de la argentina Lucía Puenzo, que ya funcionó en su debut como realizadora, XXY. Entonces tuvo a sus órdenes a Ricardo Darín.
Ahora tira con una historia más pequeña en apariencia, rostros menos conocidos y producción modesta. Amor lésbico, crimen... no quiero pasar de aquí para apuntar simplemente de manera general la temática por la que se moverá Puenzo.
Carlos Bardem será el nombre más conocido de una historia que se apoya sobre dos rostros jóvenes y plenos de energía, una energía que la directora y guionista tendrá que transmitir a su narración como sea, recuperando el pulso del buen thriller callejero y, por qué no, social.
Cine argentino (en producción hispano-argentina) de rabia. Lejos del estilo que más se estila por allá.