Estamos ante la película de animación que, sin duda, supone la antítesis de otras obras orientales a las que estamos más acostumbrados como Gedo Senki.
La animación coreana está muy bien. No sólo resulta técnicamente comparable a la japonesa sino que, además, se libran de algunos de los lastres del anime japonés como son los dibujos de ojos grandes horribles representados por series como Sailor Moon (diadeeeeeeema ¡acción!). De lo que les cuesta mucho más deshacerse es de la temática: y es que los niños coreanos están tan obsesionados o más que sus primos nipones por las tecnomierdas. Es por eso que es normal que nos llegue un montón de material aburrido sobre robots futuristas que hacen patatín y patatán.
En éste caso se trata de una película en forma de parodia de las películas futuristas. Eso se nota ya en el dibujo que, lejos de buscar la perfección y belleza típicas de los coreanos, apunta más a la caricatura y a la animación desenfadada. La premisa, por razones evidentes, no la desvelaré: pero os aseguro que no tiene desperdicio.
Sea como fuere sigue faltando mucho para que se cumpla una de mis principales reivindicaciones entorno al anime oriental: que se atrevan a hacer películas de cualquier temática. Me encantaría ver una película sobre la mafia, o un drama, aprovechando todas las posibilidades que ofrecen las películas de animación.
Hasta ese momento tendremos que conformarnos con ésta chorrada divertida que espero que funcione perfectamente como antítesis de la típica animación futurista.