Nos empieza a sonar porque ha sido
nominada a mejor película de habla no inglesa en los Oscar, eso
siempre da visibilidad, pero antes ya nos llegaban ecos de la
calidad de esta producción belga. En el festival de Austin, uno de
los grandes encuentros internacionales del género, se llevó el
premio para su director y para su protagonista. La película se ha
visto también en una sección paralela de la Berlinale y en el
fesitval de Sitges, recogiendo en general unas buenas críticas.
Es la primera película de Michael
R. Roskam. Este director belga ha realizado ya algunos cortos,
aunque antes de eso se había interesado por el mundo del cómic. Con
esta película se adentra en un ambiente sórdido, oscuro, denso, con
una historia de crimen y castigo de fuerte carga dramática que
combina el tono reflexivo con un potente desarrollo de género. Desde
luego, es ambicioso.
Temo que peque demasiado de oscuridad y
de tonos sucios, consiguiendo un resultado poco atrayente. También
puede abusar del mensaje y perder algo de brío en su faceta más
thriller. Aún con estas pequeñas reticencias, creo que esta puede
ser una buena película, de esas que te dejan pensando en sus valores
tiempo después de que terminen.