Crítica de la película Sin tregua por William Munny

Jugando con el concepto de falso documental, moderna y ante todo preocupada por entretener y ofrecer, Sin tregua se presenta como una película de policías, los típicos que siempre se han usado en el cine como modelo dramático y de acción, redondeando su fotografía para seguir ésta la de películas que reniegan de ellos engrandeciéndoles más como héroes.

Divertirse sin poses, a ritmo de evento y sin poder quedarse perdido o retraído en caídas de escenas típicas, la película pretende y logrará relacionarnos a todos con ella a base de realismo forzado pero verosímil gracias a su presupuesto. La propuesta de su director, David Ayer (guionista en Training Day, Vidas al límite o U 571) capaz y conocedor del lenguaje policial, pretende ante todo moverse, pretende conquistar con una visita renovada de los personajes de la placa.

Jake Gyllenhaall (El Príncipe de Persia o Código Fuente) se acompaña de Michael Peña (World Trace Center) para poseer el film. Con carácter como para ayudar en la conquista, no creo ni que sea necesaria su presencia pero tenerla garantiza un rostro capaz en una película capaz. Lo importante es lo que intenta el metraje y creo que con esas trazas y valentías la película lo va a lograr, va a conectar con el espectador sin vergüenzas ni miedos, va a triunfar como película de policías que no policíaca de acción de nueva norma.