Creo que ya estamos mayorcitos para que nos aleccionen. Ese es uno de los mayores problemas del cine español. Mientras unos pocos se esfuerzan por entretenernos con auténticas obras maestras del cine de zombies (infectados) como Rec, o son capaces de utilizar los mecanismos más clásicos del cine para hacer un remix tan estupendo como Tres días, o lidian con el bajo presupuesto como pueden para hilar algo tan interesante como Los cronocrímenes, otros se dedican a presentar cosas como Prime Time, una sonrojantemente añeja reflexión sobre la sociedad y los medios. Sin duda ésta película recuerda por sus pretensiones y su filosofía de salón a How to get rid of others, toda una patraña que encima ganó la Semana de terror del año pasado.
Lo peor de todo es la ausencia de valor cinematográfico. Porque podría justificar el ver una película, fuera cual fuese su ideario, si a cambio ofreciera algo a nivel de cine. No creo que se trate el caso.
Filosofía barata, carácter aleccionador, pretenciosidad y poco valor cinematográfico. Como para salir corriendo.