Todavía recuerdo aquella época en la que hacía un esfuerzo por no ver cine francés. Uno de los directores que me descubrió Sherlock y que me hico cambiar de opinión es Olivier Assayas. Assayas ofrece cine de vanguardia, pretencioso e intelectualoide a ratos, pero no se olvida del espectador.
En éste caso no disfrutaremos del Assayas de las emociones fuertes. Nada en ésta Las horas del verano nos recordará a Demonlover. En ésta película no disfrutaremos de transgresión ni de escenas de sexo enfermizo. Aquí la cosa va de sensaciones más sutiles. De retazos. De personajes y situaciones mucho más cotidianas.
Por eso cada espectador debe decidir si quiere entrar en éste juego o no. Personalmente, me apetece. Y creo que, además, es una oportunidad única de disfrutar de éste tipo de cine que, como digo, no se olvidará de mantener al espectador entretenido.
Seguramente no será de las películas más recordadas del director pero creo que no hay que perdérsela.