Se tiene muy en cuenta al cine de
europa del este en los festivales más importantes. Se trata de un
cine que difícilmente llega a nosotros por los cauces comerciales,
pero que nutre con regularidad y a veces con éxito las secciones
oficiales de muchos certámenes. Hace poco ganaba la palma de oro en
Cannes la rumana 4 meses, 3 semanas y 2 días.
La película de la que hablamos ahora
no es rumana sino húngara, y se presenta en la sección oficial del
festival de Cannes. En hungría también tenemos ejemplos de
directores de prestigio como es el caso del veterano Béla Tarr, de
digestión difícil, o del más reciente y extrambótico György
Pálfi, director de Taxidermia. En cuanto al director de esta
película, Kornél Mundruczó, ha sido premiado en múltiples
ocasiones, y esta no es la primera vez que participa en Cannes.
Buscando sinergías, encontramos en los agradecimientos de su
anterior película, Delta, el nombre de Béla Tarr.
La historia, como indica su título,
gira entorno a una revisión del clásico de Mary Shelley, ambientado
en la época actual y con unas circunstancias muy libres. Más que
reflexionar sobre la esencia del ser humano, aquí posiblemente se
buscará un cierto retrato de la sociedad actual, a través del
esperpento y la exageración. No es la primera vez que el director ofrece si visión sobre un clásico. Hamlet y Electra ya se encontraba presente en Delta.
Una opción de acercamiento a un cine diferente que al menos promete un cierto entretenimiento y un visionado más ligero que el que algunos de sus compatriotas pueden ofrecer.