Pido disculpas por un título de precrítica tan poco elaborado, pero es que uno tras muchas precríticas a sus espaldas empieza a intuir que a la gente hay que darle a elegir cuanto antes.
En fin, que de nada me serviría dejar el pequeño detalle de que la película es rumana para el final, porque siento que puedo estar engañando.
De ahí que los asustadizos se hayan quedado en el título y ahora mismo estén disfrutando de un paseo por la web.
El problema para los que estén interesados en el cine rumano es que se han tenido que tragar estos párrafos dirigidos a alguien que no estará leyendo a estas alturas.
La máxima de que pagan justos por pecadores.
Con todos ustedes no tenemos sólo una película rumana, sino que yendo más allá tenemos la película vencedora de la Cámara de Oro en el Festival de Cannes 2006, así como del Premio Label Europa Cinemas.
Este exitoso estreno le ha llevado a brillar en otros festivales como Cottbus o Transilvania. La faena fue rematada con una meritoria nominación a los Independent Spirit Awards al mejor film extranjero.
Se trata de la ópera prima de Corneliu Porumboiu, que ha decidido tomar como tema la caída de Ceaucescu y el supuesto cambio experimentado, una suerte de ejercicio de realidad histórica en la que se desmitifican algunas consecuencias.
Un contenido de interés a través de una forma que considero acertada: la tragicomedia.
En definitiva, una película que viene a beber de Goodbye Lenin, y que tendrá más cosas positivas que negativas.
Ahora bien, el título me lleva a desconfiar y no me veo iluminando la quinta estrella.
Muy indicada para aquellos que gustan de interpretaciones frescas y genuinas.