Esta película es una adaptación que el propio director, Eric Civanyan, ha hecho de una comedia de Alfred de Musset escrita en 1836. La adaptación se antoja fiel y la trama empieza por situarse ya en 1830.
Eric Civanyan es un director que varios trabajos a sus espaldas con los cuales nunca ha obtenido la notoriedad de premios y fama fuera de su Francia natal. Y, proviniendo la adaptación de su pluma, y con su pasado de actor, es muy probable que haya construido un texto goloso para los actores que participan en el film, y de mera ejecución para su faceta de director.
Ahora bien, de una historia que se nos sirve con planteamiento, nudo y desenlace decimonónico, podemos esperarnos un producto de mero lucimiento actoral, tendente a la teatralización y de chirrio continuo para nuestro sentido del cine.
De ese aspecto, por tanto, no esperaría nada y me lo jugaría todo a la presencia de actores sólidos, caras conocidas como el profesor de "Los chicos del coro", Gérard Jugnot; o Jean Dujardin ("OSS:117"); Mélanie Doutey (nominada por esta película al César a la Mejor Actriz Revelación, y a la que vimos como Beatrice en "Fair Play").
Muy poco bagaje