Me ha gustado. Porque tiene ese toque desesperado de la comedia, ridiculizando a unos adultos que son como niños, excelentes en sus papeles, ambos sectores. Me ha gustado porque sabe crear humor de poco o de nada con facilidad y sin formar demasiado la máquina de lo increíble, sino que se dispone con personajes, eso sí sacados de madre, pero sin estar del todo exagerados.
El ritmo incesante, la capacidad para desatar la risa y los comentarios políticamente no correctos, ayudan a una película como esta a mantenerse en su zona pero con garantías. Una comedia de andar por casa pero sin absurdas situaciones de despilfarro del guión, con una sencillez extrema que nos transporta a un mundo más feliz consiguiendo la hilaridad, qué es su objetivo final. No se puede pedir más pero tampoco menos.