Si a mi mente poco más o menos le viene el razonamiento de la búsqueda de un por qué...esos dos monstruos de la pantalla europea, es porque huele todo a película de parecer mucho y luego lo más probable es que nada. Comercio a la francesa, porque pueden.
La presencia de estos tirones de taquilla, Vincent Cassel (Los ríos de color púrpura, Irreversible o El misterio de Welles) y Monica Belluci (Malena, El pacto de los lobos o La pasión de Christo), suscita interés por actores y aparte, por haber estado liados antes en la vida privada y en el cine.
Como aderezo para las retinas del público español existe la presencia, ya veremos cuanta, de dos nombres cercanos, Sergio Mencheta (La piel de la tierra, Jara o Menos es más) y Nawja Nimri (Las vidas de Celia, 20 centímetros o El método) que se harán su hueco en lo que puede ser un entretenimiento a lo grande pero sin sustancia cinematográfica. A mí me apetece cuando se hace más por este lado del Atlántico.