El director de Stardust, una buena, decente, pero sin más película de distinto talento y orígenes de lo normal, trata de volver a marcar la diferencia a base de una historia novedosa y hasta chocante, que vive y crece directamente sobre el cómic, pero ese moderno, de reciente pubicación que trata de los héroes para los que gustan los héroes y en el mundo de la viñeta. Si con esto no queda claro que es una película sobre todo para amantes de los bocadillos de diálogo no sé qué más aportar.
Sin embargo el posible destinatario de la película es universal, humor, algo absurdo y chiste exagrado a manos de una obsesión adolescente, siempre funciona si se busca el entretenimiento puro y duro. No esperemos que nos cuadre la historia, que la fantasía esté medianamente medida, simplemente disfrutemos de la hazaña. Parece ágil, parece incluso hábil, sin más, pero bien trabajada, con éxito de masas pero fácilmente olvidable.
Un mundo moderno, con la red presente pero con los anhelos de siempre, películas menos artesanas pero que siguen llegando por lo fáciles de ver, por lo fáciles de soportar consiguiendo hasta simpatía. Esto no quita para que como la cartelera me ofrezca algo digamos más serio me olvide de esta oferta al menos hasta el alquiler, y punto.
PD: La televisión, en forma de serie, la cantera de los jovenzanos protagonistas poco conocidos a nivel cine mundial.