A estas alturas de las andanzas de Tim Burton no vamos a ponernos en plan enamorados de un especial, pero es que este director lo es, y lo demuestra. Vamos a pasar por alto peleadísimos proyectos como El planeta de los simios y dejemos que nuestra mente vislumbre detalles en forma de película como, Ed Wood-Eduardo Manostijeras-Sleepy Hollow-Pesadilla antes de Navidad...
Esta parece una misteriosa manera de transladarnos su inevitable choque directo de cine en potencia de otra manera más vital y risueña. Que nos venda leyendas es cierto, pero que en esta nos trate de ablandar el corazón hasta límites hollywoodienses es la última machada de un grande. Yo le aplaudo. Esta no es un cómic ni ciencia-ficción de las historias, esta es el desarrollo acompasado de maneras de contar contando e inventando. No nos va a dar tregua y la boca abierta va a reventar las pantallas.
McGregor es excelente por su habilidad extrema para hacernos creer que encarna lo que pretende encarnar. La ternura se va a volver a pasear por sus ojos pero en esta ocasión con la potencia de una fotografía y un movimiento de cámara que incluso sin querer, probablemente, le hará más alto, rozando la perfección.
Mi más sincero aplauso, primero para un osado, segundo para un tirano de las propias ideas y tercero a uno de esos tipos por ahí perdidos que me clavan a la butaca hasta hacerme uno con las palomitas.