Shrek no es suficiente bagaje para hacerse con el título de director infalible pero puede que suficiente para Narnia, un mundo infantil que permite margen a los personajes y situaciones. Adamson nos muestra un mundo realmente complicado y fantástico, mucho más allá de lo generalmente infantil, más sofisticado.
Lo que más miedo me da es recibir una historia muy esquematizada con los cuatro hermanos tras el armario demasiado derechos hacia el objetivo sin dejar ver ese mundo tan especial y propio, Narnia.
Por lo demás, salvando escollos y comparaciones odiosas espero disfrutar como un niño y a lo grande.